sábado, julio 28, 2007

factor exponencial, web 2.0 y exocerebro para principiantes

Hoy, va de exocerebro.
El tema, es que este artículo (el cerebro, la web y el exocerebro) me ha hecho reflexionar sobre este cacao que se genera los días de mucho calor, cuando al superar la sobremesa y pegarte una ducha te viene una sobredosis de certezas, confusas, pero certezas.
Todo esto me ha provocado esta tesis de bolsillo que serviré con guarnición (el susodicho artículo curioso) y un vídeo excelente (insisto: excelente) para que los profanos capten el potencial embriagador de todo lo que está por llegar, y en ese asunto del futuro, la crisis (oportunidad escondida -en japonés-) y no sé... toda esta sopa cuántica de la vida.
Que aproveche.

Ignacio Decouse
(redactor auxiliar en época estival)

la tesis de bolsillo:
Si el exocerebro Barta está formado por prótesis culturales, al hacerlas visibles los imprintings Morín identifican sus puntos de unión entre atmósferas semánticas. Si se Cartografía ese nuevo territorio podemos trascender los niveles de comprensión y razón práctica circunscritos al individuo.

El pensamiento evoluciona redefiniendo la realidad. El mundo se presenta como un mosaico compartido y limitado a la demarcación lingüística y de imágenes mentales. Un mapa fragmentado es percibido como completo, y la impronta gestáltica rellena los huecos redibujando bajo el influjo absoluto del entorno. La dialógica referencial tiende a la analogía (pensamiento analógico), pero observar nuevas conexiones/dimensiones genera posibilidades (indeterminaciones) que dotan de cierto grado de conciencia (al principio parcial y localizada) a la inteligencia social y conectiva.

La preponderancia de lo visual en nuestro diseño genético tiene por tanto conexión directa con la manipulación mediática, orquestada por reducciones emocionales y coacciones continuadas para mantener un sistema acéfalo que erosiona biosistemas y comunidades humanas a mansalva. Un colega de Nueva York (¿o era Llucmajor?) le planteó al norteamericano Noam Chomsky la posibilidad de estudiar los niveles de reducción y manipulación simbólica de la industria gráfica y el diseño visual, el proyecto (demoledoramente complejo) suscitó la duda del
lingüista y a la vez de lo interesante de la idea. Vino a decir... como si la pelota siempre estuviese en tu cancha, como si la prerrogativa siempre fuese tuya. No son las alternativas del mundo, son las tuyas. Es -sintetizando- actuar o no, pero no intentar.

(...)
Si asumes que no hay esperanza garantizas que no hay esperanza. Si asumes que hay un instinto hacia la libertad que hay oportunidades para cambiar las cosas entonces hay una posibilidad de que puedas contribuir a hacer un mundo mejor. Esta es tu alternativa.


La clave de su comprensión está en el factor exponencial como catalizador de este proceso. Basta determinar el nivel asintótico del conjunto, su masa crítica y los indicadores meméticos que dibujan las fronteras entre lo que pensamos y lo que hacemos, valorizar las ideas como juego y norma y trascender la desidia entrópica en evolución consciente.

(Cómo hacerlo: en próximos artículos)



el artículo de refuerzo:

Cada vez es más frecuente ver el cerebro como máquina de procesar información y a las anteriores comparaciones con un computador, siguen ahora las que lo quieren ver como una red de redes, y no como una red de neuronas, según probó Cajal. Kevin Kelly, cofundador de Wired, acaba de hacer en Pop Tech una comparación entre el cerebro humano e Internet que da algo que pensar (gracias Kottke).

Los datos que la sostiene se cuentan rápido. La web está sostenida actualmente por 1 trillón (10^18) de transistores, 1 billón (10^12) de links y 20 exabytes (10^18 bytes) de memoria. Por su parte el cerebro cuenta 1 trillón de neuronas, 1 billón de sinapsis y 20 Exabytes de memoria.

Aquí viene a cuento recordar la magnífica conferencia (publicada por Letras Libres) de Roger Bartra sobre el exocerebro, entendido como conciencia externa y resultado de una adaptación de los homínidos que sustituyeron alguna deficiencia evolutiva (quizás olfativa o visual) ubicando fuera del cráneo un depósito de experiencias a disposición de todos que pudiera complementar las citadas carencias. Tal hipótesis que con matices manejan varios neurofisiólogos, daría también la razón a Paul Ricoeur cuando en su discusión con Jean Pierre Changeux rechazó cualquier intento de biologizar la conciencia: "la conciencia -una tema que Ricoeur quiere que pertenezca a la humanidades- no es un lugar cerrado del que me pregunto cómo alguna cosa entra desde fuera, porque ella está, desde siempre, fuera de ella misma".

La conexión que aquí se insinúa es que Internet, podría estar ya dando cobijo al exocerebro de los cyborgs, es decir de todos nosotros, si admitimos que nuestra dependencia de las máquinas es tan masiva y permanente que deberíamos tratar las tecnologías como prótesis

La hipótesis (mejor, la especulación, dada la dificultad de traducirla a hechos experimentales) no sólo permitiría responder afirmativamente a la pregunta de si puede el cerebro comprenderse a sí mismo, sino que también haría de Internet un espacio de especial protección para la supervivencia de la especie.

y no como herramientas. Así las analogías entre cerebro e internet podrían adquirir nuevo vuelo si admitimos la naturaleza social e histórica de la conciencia.


Comentarios

# re: el cerebro, la web y el exocerebro

22/10/2006 17:34 por pepe nsc
si es el conexionismo, pero déjame decirte que el conexionismo, traducir la mente como una red de conexiones entre elementos-nodos con determinados pesos y umbrales, no procede de internet sino de la Neurobiologia, y es un tema bastante antiguo, aunque su incorporación a las neurociencias cognitivas se hace a mediados de los 80 con el trabajo de McClelland y Rumelhart con sus redes y su algoritmo de retropropagación de errores.
Por otra parte, para ser considerada el internet como el cerebro, debería demostrarse que tiene no sólo capacidad de almacenar datos, sino de a partir de esos datos abstraer patrones y tener la habilidad de clasificar la nueva información de acuerdo a ellos. POr ahora internet no ha demostrado tener mas capacidad cognoscitiva que la de una red telefónica. En todo caso la influencia, el cambio se hace sobre cerebros reales, los nuestros.


# re: el cerebro, la web y el exocerebro

23/10/2006 5:50 por AL
Gracias pepe nsc por el primer párrafo y la aclaración que introduces. Respecto a la segunda parte de tu comentario creo que sí se podría agregar algo, pues los ingenieros y visionarios de la web 2.0 sí creen posible que las máquinas (cuando esté asegurada la interoperabilidad) puedan establecer conexiones entre datos (las palabras pueden ser datos) que los humanos seríamos incapaces de imaginar y, mucho menos, procesar. He escrito varias veces sobre este asunto. Te dejo los links por si te apetece mirarlos un ratito.
Sobre ingeniería filosófica
http://weblogs.madrimasd.org/tecnocidanos/archive/2006/03/31/17155.aspx
Sobre capitalismo semántico
http://weblogs.madrimasd.org/tecnocidanos/archive/2005/12/08/10551.aspx

fuente: http://weblogs.madrimasd.org/tecnocidanos/archive/2006/10/21/47412.aspx
amparada por licencia cc
http://creativecommons.org/licenses/by/2.1/es/



el video:


http://es.youtube.com/watch?v=PL-ywltLjzk