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Hoy, va de exocerebro.
El tema, es que este artículo (el cerebro, la web y el exocerebro) me ha hecho reflexionar sobre este cacao que se genera los días de mucho calor, cuando al superar la sobremesa y pegarte una ducha te viene una sobredosis de certezas, confusas, pero certezas.
Todo esto me ha provocado esta tesis de bolsillo que serviré con guarnición (el susodicho artículo curioso) y un vídeo excelente (insisto: excelente) para que los profanos capten el potencial embriagador de todo lo que está por llegar, y en ese asunto del futuro, la crisis (oportunidad escondida -en japonés-) y no sé... toda esta sopa cuántica de la vida.
Que aproveche.
Ignacio Decouse
(redactor auxiliar en época estival)
la tesis de bolsillo:
Si el exocerebro Barta está formado por prótesis culturales, al hacerlas visibles los imprintings Morín identifican sus puntos de unión entre atmósferas semánticas. Si se Cartografía ese nuevo territorio podemos trascender los niveles de comprensión y razón práctica circunscritos al individuo.
El pensamiento evoluciona redefiniendo la realidad. El mundo se presenta como un mosaico compartido y limitado a la demarcación lingüística y de imágenes mentales. Un mapa fragmentado es percibido como completo, y la impronta gestáltica rellena los huecos redibujando bajo el influjo absoluto del entorno. La dialógica referencial tiende a la analogía (pensamiento analógico), pero observar nuevas conexiones/dimensiones genera posibilidades (indeterminaciones) que dotan de cierto grado de conciencia (al principio parcial y localizada) a la inteligencia social y conectiva.
La preponderancia de lo visual en nuestro diseño genético tiene por tanto conexión directa con la manipulación mediática, orquestada por reducciones emocionales y coacciones continuadas para mantener un sistema acéfalo que erosiona biosistemas y comunidades humanas a mansalva. Un colega de Nueva York (¿o era Llucmajor?) le planteó al norteamericano Noam Chomsky la posibilidad de estudiar los niveles de reducción y manipulación simbólica de la industria gráfica y el diseño visual, el proyecto (demoledoramente complejo) suscitó la duda del lingüista y a la vez de lo interesante de la idea. Vino a decir... como si la pelota siempre estuviese en tu cancha, como si la prerrogativa siempre fuese tuya. No son las alternativas del mundo, son las tuyas. Es -sintetizando- actuar o no, pero no intentar.
(...) Si asumes que no hay esperanza garantizas que no hay esperanza. Si asumes que hay un instinto hacia la libertad que hay oportunidades para cambiar las cosas entonces hay una posibilidad de que puedas contribuir a hacer un mundo mejor. Esta es tu alternativa.
La clave de su comprensión está en el factor exponencial como catalizador de este proceso. Basta determinar el nivel asintótico del conjunto, su masa crítica y los indicadores meméticos que dibujan las fronteras entre lo que pensamos y lo que hacemos, valorizar las ideas como juego y norma y trascender la desidia entrópica en evolución consciente.
(Cómo hacerlo: en próximos artículos)
el artículo de refuerzo:
El Christ Church College de Oxford es un lugar lleno de magia. Aquí encontró Lewis Carroll la inspiración para escribir Alicia en el País de las Maravillas, incluido el pozo de melaza del lirón.141 años después, nos encontramos aquí con Colin Tudge, una persona que también sabe ver la magia que se filtra en el mundo en que vivimos.
Colin Tudge escribe desde hace 25 años sobre biología, agricultura y política. Ha recibido numerosos premios por sus libros de divulgación y el último de ellos, “La vida secreta de los árboles”, permitirá que hoy REDES se adentre un poco más en los bosques del conocimiento
Eduard Punset:
En tu fascinante libro, The Secret Life of Trees (la vida secreta de los árboles), Colin, una de las cosas que me sorprendió es… bueno, tras leerlo, descubrí por primera vez el vínculo entre los árboles... o más bien que los árboles eran el verdadero vínculo entre la tierra y el cielo, ¿no? ¿Cómo es eso?
Colin Tudge:
Me gustaría empezar por el principio, por los griegos.
Eduard Punset:
Sí.
Colin Tudge:
Los griegos (o algunos griegos) creían que toda la vida estaba formada de fuego, tierra, y agua. Hoy en día diríamos que esto es muy estúpido, ¿sabes? Anticuado… Pero en realidad, por supuesto, de eso exactamente está hecha la vida; y eso es exactamente lo que hacen los árboles: conectan la tierra, el agua y el fuego.
Eduard Punset:
Cuando dices fuego… ¿te refieres al sol?
Colin Tudge:
Al fuego del sol, las radiaciones electromagnéticas: los fotones. Y lo más importante, como decías, la esencia de todo ello... es un proceso llamado fotosíntesis. Lo que implica la fotosíntesis es que las hojas atrapan los fotones del sol, y utilizan la energía de los fotones para decomponer moléculas de agua. Y las moléculas de agua se descomponen en hidrógeno, por un lado, y oxígeno, por otro.
Eduard Punset:
Conservan el hidrógeno.
Colin Tudge:
Conservan el hidrógeno, y liberan oxígeno, que pasa a ser lo que todos nosotros respiramos y de lo que tanto dependemos.
En cuanto al hidrógeno, luego lo combinan con dióxido de carbono de la atmósfera, y a partir de la combinación entre dióxido de carbono e hidrógeno fabrican azúcares. Después se añade un poco de nitrógeno a los azúcares y se obtienen proteínas... o se modifica la composición y se obtienen lípidos... así que se obtiene toda la materia de la que están hechos los seres vivos simplemente uniendo dióxido de carbono con hidrógeno y añadiendo un poco de nitrógeno. La principal labor de un árbol, su principal tarea, es mantener las hojas bien arriba en el cielo, donde puedan obtener mucha luz, muchos fotones. Mientras que el propósito del tronco y las raíces (que en algunos árboles pueden descender 30 metros o más, en los desiertos descienden hasta 30 metros) es extraer agua del suelo, para poder transportarla hacia arriba... y podrían elevar el agua hasta una altura de tres kilómetros, si así lo necesitaran, no lo necesitan, pero podrían hacerlo.
De este modo, el objetivo de la hoja es crear las condiciones para que el agua de la tierra y el dióxido de carbono del aire se unan en presencia de la luz solar.
Eduard Punset:
¡Madre mía!
Colin Tudge:
Se trata de un proceso fantástico que todavía estamos estudiando, han sido necesarios siglos de trabajo para entender como funciona... pero me gusta la idea de que los griegos captaron su esencia correctamente.
Eduard Punset:
¡Lo que a mí me gusta es que los árboles saben cómo hacerlo y nosotros no!
Colin Tudge:
¡Sí!
Eduard Punset:
No lo sabemos, tenemos que comérnoslos. ¿Qué hay de malo en eso?
Colin Tudge:
¿Tenéis en español el concepto… la palabra «gorrón»? Un gorrón es una especie de parásito... Vaya, los árboles lo hacen, las plantas lo hacen, y nosotros somos sus parásitos....
Eduard Punset:
Los parásitos...
Colin Tudge:
Sí, así es.
Eduard Punset:
Tenemos que comerlos, o comer los animales que se alimentan de árboles.. pero para conseguirlo, todavía no hay en esta estación concreta, aunque sienten... sienten que las hojas están a punto de llegar. Pero para sostener toda esta cantidad de hojas ahí arriba, necesitan madera. ¡Necesitan algo para aguantarlo!
Colin Tudge:
Sí, exacto. Veamos, hay muchas maneras… ¿verdad? Teóricamente, para aguantar a las hojas en lo alto, se necesita algo duro, algo resistente para aguantarlas. Y el gran invento de los árboles es, por supuesto, la madera.
Eduard Punset:
La madera, claro.
Colin Tudge:
Y la madera es básicamente…
Eduard Punset:
Es el segundo invento, que es increíble…
Colin Tudge:
Bueno, la materia básica de la que todas las plantas están formadas es la celulosa. La celulosa es de lo que hace el papel, ¿sabes? Y las hojas... todas están hechas de celulosa. Pero la madera tiene un truco, porque contiene un ingrediente adicional que se conoce como lignina, que mantiene unidas las fibras de celulosa y crea este material tan poderoso, la madera.
El principio es exactamente el mismo que el del bronce. Como sabes, el bronce es básicamente cobre, con pequeños fragmentos de estaño incorporados. El cobre es un metal ligero, y el estaño también; así que lo lógico sería pensar que al combinarlos acabaríamos con algo ligero. Pero no. El bronce es muy, muy duro... lo que pasa es que el estaño mantiene unidas las moléculas de cobre, y forma un conjunto muy sólido.
Eduard Punset:
¿Y con la lignina?
Colin Tudge:
En el árbol hay fibras de celulosa, y la lignina las mantiene unidas. Así es como surge este material maravilloso: la madera.
Eduard Punset:
Que es duro…
Colin Tudge:
…sí, duro.
Eduard Punset:
Y permite construir…
Colin Tudge:
¡Se puede hacer cualquier cosa! ¡Cualquiera!
Eduard Punset:
La vida sería inimaginable sin eso, ¿no?
Colin Tudge:
En mi libro argumento que, sin la madera, simplemente no habría civilización, porque… vale, se pueden construir viviendas muy buenas a partir de la nieve, si vives en el norte... o a partir de la piedra pero, realmente, no se puede realizar ninguna obra arquitectónica importante a no ser que en algún momento se utilice la madera. ¡Aunque sólo sea para el andamio! Sin andamio no puedes ni siquiera colocar las piedras, para empezar. Así que sin madera nunca hubiéramos tenido una arquitectura importante. Tampoco hubiéramos podido construir jamás barcos que cruzaran mares, u océanos... no de un modo seguro. Así que no tendríamos comunicaciones internacionales... ¿sabes? Ni comercio internacional... Puede que en cierto modo eso fuera algo bueno, en realidad, pero.... no tendríamos civilización sin madera.
Eduard Punset:
Si miramos a los árboles, sabemos que no tienen cerebro, carecen de sistema nervioso… y, sin embargo, no es que simplemente estén ahí quietos, ¿sabes? Tienen que pensar cuándo mudar las hojas... tienen que pensar cuándo florecer... tienen que reproducirse, supongo…
Colin Tudge:
¡Claro!
Eduard Punset:
Tienen que crecer direccionalmente, en una dirección concreta, no en cualquier dirección… y deben hacer todo eso sin un cerebro. ¿Cómo demonios se las arreglan?
Colin Tudge:
¡Es maravilloso, maravilloso! Como dices, si eres un ser vivo, cualquier ser vivo, incluso si sólo eres un árbol, la vida es muy, muy complicada, porque tienes que cooperar con determinadas criaturas y competir con otras... y también tienes que llevar a cabo la tarea cotidiana de obtener sustancias del aire: ¡es una vida muy complicada!
Y no sólo eso, ¡no sólo basta con responder! Si eres un árbol, no puedes decir: «¡Mira! ¡Hoy hace sol, creo que sacaré algunas hojas!» Sería demasiado tarde. Tampoco puedes decir: «vaya, empieza a hacer frío; voy a cerrar mis hojas…» Estarías muerto antes.
Eduard Punset:
Hay que anticipar…
Colin Tudge:
¡Es necesario anticipar lo que pasará! ¿Y cómo lo hacen? Pues a mitad de invierno, cuando parece que no estén haciendo nada, se están preparando para sacar las hojas cuando llegue la primavera. Y en pleno verano, cuando parece que puedan seguir así para siempre, se están preparando para mudar las hojas: se preparan para el otoño.
Y la clave resulta ser la duración del día. Saben cuánto duran los días. Bueno, no es que lo sepan exactamente, pero pueden diferenciar si los días se están alargando, o acortando.
Eduard Punset:
Ya veo…
Colin Tudge:
Pero resulta que no están respondiendo realmente a la duración del día... como decías, están respondiendo a la duración de la noche.
Eduard Punset:
De la noche, ¿eh?
Colin Tudge:
Así que parece que respondan a los días cortos, pero en realidad responden a las noches largas, y así. Lo más interesante es otra cosa que pueden hacer: pueden recordar, pueden recordar lo que les ha pasado antes.
Eduard Punset:
¡Vaya!
Colin Tudge:
Así que si un árbol, por ejemplo, como éste, se hubiera visto expuesto a mucho viento, recordaría que había estado expuesto al viento en el pasado, y se volvería más grueso.
Eduard Punset:
Más ancho…
Colin Tudge:
…más grueso de lo que hubiera sido de otro modo, sí. Y otro ejemplo de esto es que algunos árboles… bueno, ¿sabes el alerce, una conífera? pues a menudo lo atacan las orugas y pierde todas sus hojas... eso es terrible para un árbol. Pero si un año concreto lo atacan las orugas, al año siguiente produce unas hojas muy, muy cortas que a las orugas no les van bien. Así que las orugas se convierten en mariposas y bueno... ponen huevos para alimentar a las larvas de nuevo, pero las larvas se han replegado y ya no hay nada para alimentarlas.
Eduard Punset:
Así que tienen memoria…
Colin Tudge:
Se acuerdan…
Eduard Punset:
Tienen memoria… ¡Madre mía!
Colin Tudge:
Y los árboles se las arreglan para hacer todo lo que necesitan sin un cerebro, sin mente.
Eduard Punset:
Esto suscita una pregunta, entonces.
Colin Tudge:
Sí. La verdadera pregunta para que respondan tus amigos neurólogos es: ¿por qué nosotros nos molestamos en tener un cerebro, si criaturas como éstas funcionan sin él? Creo que hay una respuesta, pero no la pueden responder…
Eduard Punset:
Otra pregunta... y esto ya no es un misterio, sino una pregunta complicada... y me la encuentro en muchos campos... ¿por qué demonios hay más especies, y parece haber más vida, en el Ecuador, en los Trópicos, que en el norte?
Colin Tudge:
Bueno, es una gran pregunta, una pregunta muy importante, y creo que hay alrededor de 120 ideas distintas en la literatura científica sobre el porqué. Probablemente sea una combinación de cosas. Como decías, la diferencia es enorme. En Gran Bretaña tenemos solamente 39 especies autóctonas de árboles.
Eduard Punset:
39…
Colin Tudge:
39. En el norte de Canadá, que es enorme, probablemente del tamaño de Europa, hay 9.
Eduard Punset:
¡Dios!
Ignacio Decouse:
¡En las islas baleares 2!
Colin Tudge:
…especies comunes. En los Trópicos, en su conjunto, hay probablemente 60.000 especies distintas de árboles. Y en los trópicos americanos, los neotrópicos, desde México hasta Argentina, hay posiblemente unas 30.000 especies de árboles distintas. Además, en este bosque en el que estamos ahora sólo hay, básicamente, dos especies: avellanos y fresnos. Este árbol sobre el que nos apoyamos es un fresno. Hay dos especies, a menudo sólo hay una o dos especies. En cambio, en la selva amazónica, en cualquier hectárea de terreno, en sólo una hectárea, se pueden encontrar hasta 300 especies distintas de árboles.
Y la gente se pregunta, ¿pero cómo puede ser? Veamos, hay muchas explicaciones posibles, la primera es que si vives en este tipo de clima o más al norte, pongamos, en Canadá, tienes que enfrentarte con el frío extremo, las heladas, y este tipo de cosas. Así que, básicamente, los únicos seres que pueden vivir en el norte son los que son muy, muy resistentes. Y eso reduce el número de especies que pueden hacerlo. Todos los árboles de Canadá tienen adaptaciones increíbles para vivir en condiciones de mucho frío.
¡Pero en el trópico puede vivir cualquiera! ¡Es tan fácil! Así que hay muchas, muchísimas criaturas distintas intentando vivir ahí. Uno de los resultados es que en los trópicos hay muchísimos más parásitos. De modo que cada árbol que vive en el trópico debe enfrentarse a enormes ataques por parte de gran variedad de hongos y bacterias e insectos… ¡muchos más que en el norte!
Y el peor enemigo… el peor enemigo, si eres cualquier tipo de organismo, en lo relativo a las enfermedades, es un organismo del mismo tipo.
Eduard Punset:
Entiendo...
Colin Tudge:
Dos árboles del mismo tipo pueden transmitirse enfermedades de uno a otro. Así que en los trópicos, para evitar enfermedades, los árboles intentan alejarse todo lo posible de otro árbol de su mismo tipo. De modo que, mientras que en este bosque puedes encontrar dos fresnos uno al lado del otro, en los trópicos puede que encontraras medio kilómetro entre un árbol y otro árbol del mismo tipo.
Y es muy probable que el motivo sea que, en realidad, intentan evitar contagiarse enfermedades.
No obstante, si vives a medio kilómetro de otro árbol de tu especie, ¿cómo puedes reproducirte?
Eduard Punset:
¡Sí! Eso es…
Colin Tudge:
¿Cómo lo haces? Bueno, en el norte, la mayoría de árboles, incluyendo estos fresnos y avellanos, se polinizan por el viento, porque todos los árboles de alrededor son iguales, así que ya les va bien. En los trópicos, esto simplemente no funciona: sólo un porcentaje muy pequeño se poliniza a través del viento. La polinización de la mayoría se efectúa por insectos o murciélagos o pájaros. Y cuando esto pasa, los árboles deben encontrar maneras de cooperar muy estrechamente con los insectos, pájaros o lo que sea que transporte su polen.
Eduard Punset:
Colin, has estado propugnando durante años que el mundo no tiene ninguna posibilidad de sobrevivir a no ser que se vuelva agrario de nuevo. Eso es sumamente difícil, ¿no?
Colin Tudge:
Bueno, sí y no. La idea que subyace a eso es que cuando los políticos modernos como Tony Blair o George Bush hablan sobre la realidad… siempre hablan sobre la realidad…
Eduard Punset:
Sí
Colin Tudge:
Pero a lo que se refieren es al dinero, a cuánto dinero se puede ganar haciendo algo. Y la agricultura hoy en día está orientada a generar tanto dinero como sea posible. ¡Y ahí es donde empieza el problema! Porque, en realidad, ¡lo que necesitamos es una agricultura orientada a alimentar a la gente y a cuidar el medio ambiente! ¡Y a dar trabajo a la gente! Y una agricultura que alimente a la gente y genere empleo y cuide el medio ambiente es muy, muy distinta de una agricultura que simplemente produzca mucho dinero. Además, la agricultura que solamente genera mucho dinero no puede durar, es totalmente insostenible.
Eduard Punset:
Sí.
Colin Tudge:
De modo que la verdadera realidad no significa hacer mucho dinero, la verdadera realidad significa respetar la estructura física real del mundo…
Eduard Punset:
¿Y cómo se consigue alimentar a la gente en una sociedad agraria? Es decir, estáis empezando a hablar de la agrosilvicultura.... o la ecosilvicultura... ¿qué hacéis? ¿Producís nuevos bienes que ahora se producen en los centros urbanos? ¿Os olvidáis de la agricultura industrializada? ¿Qué significa, exactamente?
Colin Tudge:
Pues bien, la agricultura moderna está muy, muy industrializada: grandes máquinas, monocultivos... ¿sabes? El mismo cultivo en todas partes... y muy, muy poca gente. En este país, es posible encontrar mil hectáreas en las que sólo trabaje una persona, un trabajador; mientras que en una sociedad agraria tradicional habría cientos y cientos de personas trabajando en esa misma zona. Y cuando hay cientos de personas trabajando en la misma zona, su trabajo es muchísimo mejor, realmente: se aprovecha más la tierra, y de un modo mucho más seguro, se consigue más de los animales y las plantas.
Eduard Punset:
¿Esto pasaba antes?
Colin Tudge:
Sí. Vamos, hasta hace quizá uno 50-30 años, la mayoría de las economías mundiales eran principalmente agrarias; la mayor parte de la gente, o una enorme proporción de la población, trabajaba en el campo. Incluso en este país, Inglaterra, hace 40 años, alrededor del 20% de la población trabajaba en el campo. Ahora esto ha bajado hasta el 1%.
Eduard Punset:
Estaría bien empezar a enseñarles a los niños cosas así... como utilizar o extraer energía de los árboles en lugar de los motores...
Colin Tudge:
Todas estas cosas…
Eduard Punset:
Pero estamos lejos de eso, ¿verdad?
Colin Tudge:
Cada vez más lejos. Vamos, que si trajéramos a algunos niños a esta granja ahora, estarían totalmente confundidos: no tendrían ni idea de lo que está pasando. ¿Sabes? Es un tópico, se dice que los niños ya no saben que la leche viene de las vacas y cosas así. No saben que los embutidos proceden de los cerdos… una de las grandes esperanzas para el futuro es la agrosilvicultura, en la que se conjuga la agricultura y el cultivo de árboles, simultáneamente. Tenéis un buenísimo ejemplo de esto en España, con los alcornoques, un sector maravilloso, y los cerdos ibéricos, ¡que producen uno de los mejores jamones del mundo! En la actualidad, tengo entendido, eso está amenazado, porque, ¿sabes? el corcho ahora se sustituye por el plástico, por lo que el sector de los alcornoques está en decadencia y... bueno, las grandes fábricas porcinas están haciéndose con el control, porque son más baratas. Y, sin embargo, ¡el futuro está en algo que ya tenéis!
Eduard Punset:
Afirmas que no se trata sólo de volver a la agricultura, sino de combinar la ciencia, la tecnología, con la explotación agraria.
Colin Tudge:
Sí. Utilizar la ciencia moderna, la tecnología moderna, para establecer un trabajo agrícola adecuado, y dejar de utilizarlo para sustituir el sistema agropecuario por fábricas para producir cerdos, etcétera, etcétera, etcétera.
Eduard Punset:
David, llamáis a esto «muebles vivos».
David Giles:
Muebles vivos, sí.
Eduard Punset:
Y, al parecer, esto ya se hace mucho en Japón, ¿no?
David Giles:
Sí
Eduard Punset:
¿Por qué no me lo explicas un poco?
David Giles:
Esto de aquí es para mantener lejos a las ardillas…
Eduard Punset:
Claro. Y esto… ¿qué será?
David Giles:
Esto será un pequeño taburete.
Eduard Punset:
Un pequeño taburete para sentarse…
David Giles:
Sí
Eduard Punset:
Sin clavos, ¿no?
David Giles:
No
Eduard Punset:
Muy bien. Veamos cómo lo haces.
David Giles:
Lo que se hace es partir de arbolitos jóvenes, como estos, que tengan unos seis meses…
Eduard Punset:
Sí.
David Giles:
Los pones ahí, para empezar, y después de la primera estación habrán empezado a crecer.
Eduard Punset:
Ya veo: cierto.
David Giles:
Así que ya están listos ahora para pasarlos por estos dos agujeros. Ése quedaría entonces injertado ahí.
Eduard Punset:
Sí.
David Giles:
Y éste pasaría por aquí, así que acabas consiguiendo una estructura, se utiliza como patas y estructura.
Eduard Punset:
Ya veo
David Giles:
Y al final de la próxima estación, vuelves a doblarlos, hasta que al final acabas con un pequeño taburete y su estructura, y simplemente colocas un tabla encima, vas al bosque y buscas una tabla para conseguir una mesita o un pequeño taburete.
Eduard Punset:
Y realmente está hecho de algo vivo.
David Giles:
Eso es, y tarda unos cinco años.
Eduard Punset:
Cinco años, solamente.
David Giles:
Y estas plantillas, evidentemente, se tiran cuando se acaba el proceso.
Eduard Punset:
¿Se está haciendo en el Reino Unido?
David Giles:
Sí, se hace. Hay alguien que lo hace: Christopher Cattle.
Eduard Punset:
¿Y quién los compra?
David Giles:
¡Quien quiera! También puedes comprar las plantillas.
Eduard Punset:
Y hacerlo tú mismo.
David Giles:
Y hacerlo tú mismo. Es muy, muy bueno para los niños en edad escolar, porque les da un proyecto…
Eduard Punset:
Es verdad.
David Giles:
Y si los niños pequeños lo plantan, cuando acaban la escuela tendrán, evidentemente ¡un pequeño taburete que han cultivado ellos mismos!
Eduard Punset:
Y aprenden que hacen falta cinco años para una planta…
David Giles:
Sí, y también me parece que es muy bonito hacerlo como algo conmemorativo. Por ejemplo, a mi madre le hubiera encantado hacer algo así. Tenía cáncer…
Eduard Punset:
Sí
David Giles:
Y habría sido algo… ella amaba su jardín, así que habría sido muy hermoso que los dos, juntos, hubiéramos plantado algo así y luego… ¿sabes? Al final yo habría tenido un taburete... como recuerdo…
Eduard Punset:
Claro…
David Giles:
De modo que hay muchas cosas que puedes hacer con esto.
Colin Tudge:
Mira, ésta es una manera de utilizar todo lo que hay en el bosque, realmente. Aquí tenemos un torno al aire, y la idea es convertir cosas como ésta en objetos bonitos como pimenteros y pasamanos y cosas así. De lo que se trata es de... ¿ves? Aquí tenemos esta cuerda.... la cuerda está sujeta, no lo ves desde ahí, pero está sujeta a una rama de ahí encima…
Eduard Punset:
A una rama viva
Colin Tudge:
A una rama del fresno. Ésa es la fuente de energía. Y la energía viene de esta cuerda, en la rama. Y se enrolla el cordel alrededor del objeto que quieras rotar. Todavía no está terminado. Pero la idea es que entonces presionas el pedal arriba y abajo y eso hace que esto gire. ¿Ves?
Julio César Pérez:
Discrepo.
Eduard Punset:
Ajá.
Colin Tudge:
Esto estará sujeto con tornillos. Y entonces puedes aguantar el formón o escoplo para empezar a trabajar. Si tienes uno eléctrico, como suele ser habitual, realmente no controlas la energía, es muy sofisticado. Pero este torno va tan rápido o lento como quieres que vaya, así que tienes un control perfecto. Es ideal para enseñar a los niños… David quiere enseñar a los niños, porque pueden controlar la velocidad, y es realmente muy seguro.
Más de 300 primatólogos y otros científicos evalúan las capacidades cognitivas del chimpancé.
Observados en la naturaleza y sometidos a pruebas en cautividad, los chimpancés se prestan a comparaciones con los humanos, sus parientes cercanos. Guardan un parecido familiar que fascina a la gente, y los científicos ven cada vez más pruebas de similitudes en la conducta y las habilidades de los chimpancés, que van más allá de un rostro expresivo y unos pulgares prensibles.
Los antepasados de los chimpancés fueron el último linaje de los monos actuales que se separaron de la rama que condujo a los humanos, probablemente hace seis millones de años, o tal vez cuatro. Un examen más reciente demuestra que, a pesar de profundas diferencias en ambas especies, sólo un 1,23% en sus genes separa al Homo sapiens del Pan troglodytes.
Los chimpancés hacen gala de una extraordinaria gama de comportamientos y talento. Fabrican y utilizan herramientas sencillas, cazan en grupo y participan en actos agresivos y violentos. Son criaturas sociales que parecen capaces de mostrar empatía, altruismo, conciencia de sí mismas, cooperación en la resolución de problemas y aprendizaje a través de ejemplos y experiencia. Los chimpancés incluso superan a los humanos en ciertas tareas de memoria.
"Hace 50 años, cuando prácticamente no sabíamos nada de los chimpancés", señala Andrew Whiten, un psicólogo evolutivo de la Universidad de St. Andrews (Escocia), "no habríamos podido predecir la riqueza y la complejidad de la cultura del chimpancé que conocemos ahora". Jane Goodall, una joven inglesa que trabajó en África en los años sesenta, empezó a cambiar las percepciones. Al principio, los expertos cuestionaban sus artículos sobre chimpancés que utilizaban herramientas y mostraban un comportamiento social. Ponían objeciones sobre todo a sus referencias a la cultura de los chimpancés. Sólo los humanos, insistían, tenían cultura. "Al principio, Jane sufrió el rechazo de las figuras consagradas", comenta Richard Wrangham, un antropólogo de Harvard. "Ahora, quienes dicen que los chimpancés no tienen emociones ni cultura son los rechazados".
El nuevo consenso enmarcó el debate de un simposio, La mente del chimpancé, celebrado recientemente en el Lincoln Park Zoo de Chicago. Más de 300 primatólogos y otros científicos evaluaron el conocimiento acumulado sobre las capacidades cognitivas del chimpancé.
Tras una sesión, Frans de Waal, de la Emory University (EE UU), autor de El mono que llevamos dentro (Tusquets Editores), decía que hace sólo una década todavía no existía un consenso firme sobre muchas de las relaciones sociales de los chimpancés. "Ahora no se oye ningún debate", afirmaba.
En sus estudios en el Yerkes Primate Research Center, De Waal descubrió que, como animales sociales, los chimpancés han tenido que constreñir y alterar su comportamiento en varios sentidos, al igual que los humanos. Forma parte del legado del mono, apunta, y en el caso de los hombres, es la base de la moralidad.
Otros estudios recientes explicaban con más detalle las habilidades de los chimpancés como fabricantes de utensilios. Jill Pruetz, de la Iowa State University (EE UU), describía 22 ejemplos de chimpancés de Senegal que elaboraban lanzas de madera para cazar primates más pequeños y obtener carne. Goodall fue la primera en observar los chimpancés como carnívoros cazadores no estrictamente vegetarianos.
Pruetz observó a varios chimpancés clavando las lanzas en troncos de árbol huecos en los que a menudo habitan los gálagos. Un solo intento surtía efecto. Antes se había visto a chimpancés utilizar palos principalmente para extraer termitas de su refugio.
Un equipo de arqueólogos dirigido por el español Julio Mercader, de la Universidad de Calgary (Canadá), dijo haber encontrado piedras en Costa de Marfil que los chimpancés utilizaban hace 4.300 años para abrir frutos secos. Con frecuencia se ha filmado a chimpancés actuales utilizando piedras como un martillo.
Otros investigadores combinan el trabajo de campo, en el que muestran la conducta de los chimpancés en su hábitat natural, con experimentos de laboratorio creados para desvelar su inteligencia subyacente, lo que los científicos denominan su "reserva cognitiva".
Por ejemplo, los chimpancés en estado salvaje no se sentarían por sí solos ante un ordenador a responder con toques rápidos en la pantalla como prueba de su memoria inmediata. Unos vídeos en los que hacían justamente eso en la Universidad de Kioto (Japón) impresionaron especialmente a los asistentes al simposio.
Tetsuro Matsuzawa, un primatólogo de Kioto, describió a un chimpancé joven que veía cómo aparecían sucesivamente números, del uno al nueve, parpadeantes en la pantalla en posiciones aleatorias. Los números desaparecían en menos de un segundo. Donde habían aparecido los números quedaban unos cuadrados blancos. El chimpancé pulsaba los cuadrados de manera despreocupada pero rápidamente, haciendo reaparecer los números en orden ascendente: uno, dos, tres, etcétera.
El ensayo se repitió varias veces con los números y los cuadrados en distintos lugares. El chimpancé, que recibió un entrenamiento durante meses acompañado de la promesa de recompensas en forma de alimento, casi nunca falló y recordó dónde habían aparecido los números. El vídeo incluye escenas de un ser humano que no supera la prueba, y rara vez recuerda más de uno o dos números, si es que recuerda alguno.
"Los humanos no pueden hacerlo", asegura Matsuzawa. "Los chimpancés son superiores al hombre en esta tarea". Matsuzawa indica que las primeras especies humanas "perdieron la memoria inmediata y, a cambio, aprendieron simbolización, las habilidades del lenguaje. Yo lo llamo la teoría de la compensación. Si quieres una capacidad, por ejemplo, una memoria inmediata mejor, debes perder otra".
Misato Hayashi, también de Kioto, describe experimentos realizados con crías de chimpancé que manipulan cubos apilables y bloques cuadrados y cilíndricos. Fueron más lentos que los humanos, pero la destreza manual estaba ahí. Un ser humano empieza a apilar bloques poco después de cumplir un año, señala Hayashi; los chimpancés tenían casi tres.
En experimentos con espejos, los investigadores demostraron que los chimpancés presentaban una conciencia de sí mismos que está ausente en los monos, pero no en los delfines y los demás grandes simios. Ensayos similares demostraron cierto reconocimiento de sí mismos entre los elefantes.
Otros investigadores dicen que cuando se les plantearon problemas para obtener alimentos desde el otro lado de una valla, los chimpancés no sólo fueron inteligentes por sí solos y a menudo competitivos con otro ejemplar, sino que también mostraron una disposición a cooperar unos con otros para realizar el trabajo.
Wrangham, de Harvard, dice que el desafío para los primatólogos que trabajan en ese campo radica en saber hasta qué punto se da en la naturaleza la conducta y el "excedente de capacidad cognitiva" observados en cautividad. La respuesta parece variar de una comunidad de chimpancés aislada a otra. Según los científicos, eso demuestra el papel del aprendizaje social -adquirir habilidades por imitación- y las respuestas a diferentes oportunidades en culturas independientes.
Según los investigadores, el interés por aprender más sobre los chimpancés no es sólo un caso de conocimiento porque sí. Su comportamiento y su inteligencia, afirman, tal vez permita comprender las habilidades de los primeros antepasados del hombre. Según los primatólogos, una motivación más urgente es que se trata de seres sensibles y los familiares vivientes más próximos al hombre, y que su supervivencia está amenazada.
JOHN NOBLE WILFORD - Chicago - 02/05/2007 - The New York Times.
LAS NEURONAS ESPEJO NO SÓLO IMITAN COMPORTAMIENTOS, SINO QUE INTEGRAN TAMBIÉN SU INTENCIONALIDAD
El cerebro conoce la intención de las acciones ajenas
Neurocientíficos de California han verificado finalmente lo que hasta ahora era una hipótesis: que el cerebro humano no sólo percibe las actividades de los otros, sino también la intención que los motiva a hacerlas. Han comprobado que las áreas del cerebro donde se encuentran las neuronas espejo, que se activan durante la ejecución y observación de una acción, también añaden intenciones a las acciones presentadas en un contexto. Hasta ahora, se pensaba que este tipo de neuronas sólo estaban implicadas en el reconocimiento de acciones, no en su interpretación.
Un estudio realizado por neurocientíficos de la universidad de California, en Estados Unidos, acaba de demostrar que las denominadas "neuronas espejo" de nuestro cerebro son capaces no sólo de activarse cuando ven realizar una acción, sino también de reconocer la intención de aquél que la realiza.
En la corteza cerebral existe un grupo de neuronas que tienen la facultad, desconocida hasta hace poco para una neurona, de descargar impulsos tanto cuando el sujeto observa a otro realizar un movimiento, como cuando es el mismo sujeto quien lo hace. Las neuronas espejo forman parte de un sistema de percepción y de ejecución cerebral que activa las regiones específicas de nuestra corteza motora cuando vemos que se mueve una mano u otra parte del
cuerpo de otra persona, como si nosotros mismos también nos moviéramos aunque no lo hagamos. Gracias a estas neuronas, entre otros factores, se producen los procesos de identificación esenciales para que los padres y cuidadores pasen sus caracteres a los niños, al mismo tiempo que los movimientos de los lactantes son registrados por sus cuidadores, hasta el punto de sentirlos como suyos. Sin embargo, el descubrimiento de las neuronas espejo va más allá de que el movimiento del otro, al ser observado, genere un movimiento igual en el observador. Los investigadores que trabajan en el sistema percepción y ejecución de las "neuronas espejo" se planteaban desde hace tiempo la hipótesis de que este sistema integrara un circuito que permitiese atribuir y entender también las intenciones de los otros, que es lo que han verificado ahora los neurocientíficos de California. Espejo e interpretación Según publica la revista online PloS Biology, el equipo de investigación ha descubierto que las áreas del cerebro pre motor donde se encuentran las neuronas espejo, que se activan durante la ejecución y observación de una acción, también añaden intenciones a las acciones si son presentadas en un contexto. Hasta ahora, se pensaba que este tipo de neuronas sólo estaban implicadas en el reconocimiento de acciones, no en su interpretación. Además de aumentar el conocimiento de las funciones cerebrales, este descubrimiento proporciona pautas para el desarrollo de determinados tratamientos basados en la imitación, tratamientos que serán aplicables a pacientes con autismo y desórdenes similares, y que estimularán la función de las neuronas espejo, ayudándolas a desarrollar su capacidad para entender las intenciones de otras personas, de manera que los
pacientes puedan empatizar con sus pensamientos y sentimientos. Según explica el director del estudio, el doctor Marco Iacoboni, profesor asociado de psiquiatría y ciencias del comportamiento, en un comunicado difundido por el UCLA Neuropsychiatric Institute, este descubrimiento demuestra por primera vez que las intenciones en las acciones de los otros pueden ser reconocidas por un sistema motor utilizando un mecanismo cerebral que haría de espejo.
Imágenes de resonancia magnética Para el experimento fueron analizados 33 sujetos con un sistema funcional MRI, que genera imágenes de resonancia magnética del cerebro. Se trata de una de las tecnologías más avanzadas para examinar la estructura, tejidos y fluidos internos del cuerpo humano, capaz de producir imágenes nítidas en dos o tres dimensiones. Estas imágenes se realizan utilizando un poderoso imán y ondas radiales. Estos 33 voluntarios visualizaron alternativamente tres tipos de estímulos en vídeos cortos: primero una mano que agarraba una taza sin que este movimiento se encontrara enmarcado en un contexto; después sólo el contexto: un servicio de té completo con la comida y la bebida servidas; y finalmente los movimientos de beber o de limpiar dentro del contexto reflejado. Se descubrió que las acciones realizadas dentro de contexto, en comparación con las realizadas fuera de él, aumentan el flujo de la sangre en la parte posterior del gyrus frontal inferior del cerebro, conocido por su importancia en la ejecución del control, y también en los sectores adyacentes del la corteza ventral premotora, donde las acciones de las manos se representan. El incremento del fluido sanguíneo es siempre un indicador de la actividad neuronal.
Este hecho implica que las neuronas espejo se activan en mayor grado cuando las acciones motoras que vemos no son aisladas, sino que se encuadran en un entorno que para nosotros tiene un significado determinado, lo que implica cierta capacidad de interpretación neuronal de identificación de las intenciones de la persona que tenemos enfrente. Teoría de la mente Este descubrimiento está en la base de lo que hoy se conoce como teoría de la mente, según la cual se supone en el comportamiento de otro determinadas intenciones. Cuando somos testigos de cualquier tipo de actividad o secuencia de actividades llevadas a cabo por una persona o grupo de personas, según la Teoría de la Mente en general tendemos a asignarle algún significado. Tendemos a explicarnos los comportamientos de los demás de tal manera que nos resulten consistentes y que otorguen cierta continuidad al devenir de las acciones de los otros y al discurrir de nuestros propios pensamientos. De esta forma, cuando un sujeto realiza acciones -simples o complejas-, estas acciones van acompañadas de la captación de las propias intenciones que impulsan a hacerlas. Se forma así una articulación en el psiquismo de modo que la propia acción queda asociada a la intención que la puso en marcha. Cada intención queda asociada a acciones específicas que le dan expresión, y cada acción evoca las intenciones asociadas, según esta teoría. Lo que ha comprobado el equipo de California es que, una vez formado ese complejo asociativo "acción/intención" en un sujeto, cuando el otro realiza una acción, las neuronas espejo provocan en el cerebro del observador la acción equivalente, al mismo tiempo que el observador integra también la intención que llevó al otro a realizar determinada acción. De esta forma, el otro atribuye naturalmente al observador la intención que tendría la acción si la realizase él mismo.
El estudio ha sido patrocinado, entre otros, por la Brain Mapping Medical Research Organization, la Pierson-Lovelace Foundation, el National Center for Research Resources, la National Science Foundation y el National Institute of Mental Health norteamericanos.
Fuente: Vanessa Marsh, Tendencias Científicas.
Gordon Brown tiene una nueva idea de cómo hacer que "la pobreza pase a la historia" a tiempo para la cumbre del G-8 en Escocia. Como Washington se ha negado hasta ahora a duplicar su ayuda a Africa para 2015, el canciller británico llama a "los ricos estados productores de petróleo" de Medio Oriente a llenar el hueco. "Instan a los acaudalados petroleros a salvar a Africa", reza el titular del Observer de Londres.
He aquí una idea mejor: en vez de usar la riqueza petrolera de Arabia Saudita para "salvar a Africa", ¿por qué no usar la riqueza petrolera africana para salvar a Africa...junto con su riqueza en gas, en diamantes, oro, platino, acero y carbón?
Ahora que la nobleza obliga se enfoca en salvar a Africa de su miseria, parece buen momento para recordar a alguien que también trató de hacer que la pobreza pasara a la historia: Ken Saro-Wima, quien un noviembre de hace 10 años murió en la horca por orden del gobierno nigeriano junto con otros ocho activistas de la tribu ogoni. Su crimen fue atreverse a insistir en que Nigeria no era pobre, sino rica, y que las decisiones políticas tomadas en interés de las corporaciones trasnacionales occidentales eron las que mantenían a su pueblo en desesperada pobreza. Sato-Wima dio la vida por la idea de que la vasta riqueza petrolera del delta del Níger debería dejar algo más que ríos contaminados, tierra labrantía arruinada, aire putrefacto y escuelas derrumbadas. No pidió caridad, piedad ni "socorro", sino justicia.
El Movimiento para la Supervivencia del Pueblo Ogoni exigió que la Shell compensara a la gente de cuyas tierras había estado extrayendo petróleo por 30 mil millones de dólares desde el decenio de 1950. La compañía invocó la protección del gobierno, y el ejército nigeriano lanzó sus armas contra los manifestantes. Antes de ser colgado, Saro-Wima dijo al tribunal: "Mis compañeros y yo no somos los únicos sujetos a juicio. La Shell está también bajo proceso... De hecho, la compañía se ha escapado de este juicio en particular, pero su día llegará sin duda".
Diez años después, 70 por ciento de los nigerianos viven aún con menos de un dólar al día y la Shell todavía obtiene enormes ganancias. Guinea Ecuatorial, que tiene un importante acuerdo petrolero con ExxonMobil, "conservará menos de 12 por ciento de los ingresos en el primer año del contrato", según un reporte de 60 Minutos: una porción tan baja que habría resultado escandalosa aún en los tiempos en que el pillaje colonial estaba en su apogeo.
Esto es lo que mantiene a Africa en la pobreza: no la falta de voluntad política, sino la tremenda rentabilidad del acuerdo vigente. Africa subsahariana, la región más pobre de la Tierra, es también el destino de las inversiones más rentables: según el Informe Anual de Desarrollo Global 2003 del Banco Mundial, ofrece "los mayores rendimientos a la inversión extranjera directa de cualquier región del planeta". Africa es pobre porque los inversionistas y sus acreedores son tan indeciblemente ricos.
La idea por la que Saro-Wima murió combatiendo -que los recursos de la tierra deben utilizarse en beneficio de la gente que la habita- yace en el centro de toda lucha anticolonial en la historia, desde la Merienda del Té en Boston, Estados Unidos, hasta la ocupación de la Compañía Anglo-Iraní del Petróleo en Abadán. Esta idea ha sido declarada muerta por la Constitución de la Unión Europea, por la Estrategia Nacional de Seguridad de Estados Unidos (que describe el "libre comercio" no sólo como política económica, sino como "principio moral") y por incontables acuerdos de libre comercio. Y sin embargo se niega a morir.
Se le puede ver con la mayor claridad en las incontables protestas que llevaron al presidente de Bolivia, Carlos Mesa, a ofrecer su renuncia. Hace una década Bolivia fue obligada por el FMI a privatizar sus industrias del petróleo y el gas a cambio de la promesa de que con eso incrementaría el crecimiento y extendería la prosperidad. Cuando no funcionó, los acreedores demandaron que el país redujera su déficit presupuestario elevando impuestos a los pobres. Los bolivianos tuvieron una idea mejor: recuperar el gas y utilizarlo en beneficio del país. El debate relativo a cuánto gas había que recuperar ha terminado. El Movimiento al Socialismo de Evo Morales propone imponer un gravamen de 50 por ciento a las ganancias petroleras. Grupos indígenas más radicales, que han visto sus tierras despojadas de su riqueza mineral, exigen nacionalización total y mucha mayor participación, lo que llaman "nacionalizar el gobierno".
También lo podemos ver en Irak. El 2 de junio Laith Kubba, vocero del primer ministro iraquí, dijo a los periodistas que el FMI había obligado a su país a incrementar el precio de la electricidad y del combustible a cambio de cancelar deudas del pasado: "Irak tiene deudas por 10 mil millones de dólares, y me parece que no podemos evitarlo". Pero días antes, en Basora, una histórica reunión de sindicatos independientes, en su mayoría afiliados a la Unión General de Empleados Petroleros, insistió en que el gobierno podía evitarlo. En la primera conferencia antiprivatización en suelo iraquí, los delegados demandaron que el gobierno se niegue a pagar las "odiosas" deudas de Saddam Hussein y se opusieron a todo intento de privatizar los bienes del Estado, entre ellos el petróleo.
El neoliberalismo, ideología tan poderosa que intenta hacerse pasar por "modernidad" mientras sus maniacos adeptos se disfrazan de tecnócratas desapasionados, no puede ya sostener que tenga consenso. Fue rechazado en definitiva por los votantes franceses cuando dijeron no a la Constitución de la UE, y podemos ver cuán odiado se ha vuelto en Rusia, donde grandes mayorías odian a quienes se beneficiaron de las desastrosas privatizaciones de los noventa y pocos lloraron al recientemente sentenciado oligarca petrolero Mijail Khodorkovsky.
Todo esto ocurre en momentos muy oportunos para la cumbre del G-8. Bob Geldof y los militantes de Que la Pobreza Pase a la Historia han convocado a que decenas de miles de personas a vayan a Edimburgo y formen un enorme cerco blanco en torno al centro de la ciudad el 2 de julio, en referencia a los brazaletes de su movimiento, que ahora se ven por todas partes.
Sin embargo, parece una vergüenza que un millón de personas hagan un viaje tan largo para ser una baratija gigante, un acceso colectivo del poder. Qué tal si cuando todas personas se tomen de las manos, declaren ser no un brazalete, sino una soga, una soga alrededor de las letales políticas económicas que ya han segado tantas vidas, por falta de medicamentos o de agua limpia, por falta de justicia.
Una soga como la que mató a Ken.
Naomi Klein
La Jornada
Artículo publicado antes en The Nation ( www.thenation.com)+(laotraorilla.blog-city.com) 15 June 2005
Scientists have concluded more energy is being absorbed from the sun than is emitted back to space, throwing the Earth's energy "out of balance" and warming the globe.
Scientists from NASA, Columbia University, New York, and Lawrence Berkeley National Laboratory, Berkeley, Calif. used satellites, data from buoys and computer models to study the Earth's oceans. They confirmed the energy imbalance by using precise measurements of increasing ocean heat content over the past 10 years.
The study reveals Earth's energy imbalance is large by standards of the planet's history. The imbalance is 0.85 watts per meter squared. That will cause an additional warming of 0.6 degrees Celsius (1 degree Fahrenheit) by the end of this century.
To understand the difference, think of a one-watt light bulb shining over an area of one square meter (10.76 square feet). Although it doesn't seem like much, adding up the number of feet around the world creates a big effect. To put this number into perspective, an imbalance of one-watt per square meter, maintained for the past 10,000 years is enough to melt ice equivalent to one kilometer (.6 mile) of sea level, if there were that much ice.
"The energy imbalance is an expected consequence of increasing atmospheric pollution, especially carbon dioxide, methane, ozone, and black carbon particles. These pollutants block the Earth's heat radiation from escaping to space, and they increase absorption of sunlight," said Jim Hansen of NASA's Goddard Institute for Space Studies, New York. He is the lead author of the new study, which is in this week's Science Magazine Science Express.
As the Earth warms it emits more heat. Eventually the Earth will be back in balance, if the greenhouse gas emissions are kept at the same level of today. Scientists know it takes the ocean longer to warm than the land. The lag in the ocean's response has practical consequences. It means there is an additional global warming of about one degree Fahrenheit that is already in the pipeline. Even if there were no further increase of human-made gases in the air, climate would continue to warm that much over the next century.
Warmer world-wide water temperatures also affect other things. "Warmer waters increase the likelihood of accelerated ice sheet disintegration and sea level rise during this century," Hansen said. Since 1993, sea levels have been measured by satellite altimeters. Data has shown they have risen by approximately 3.1 centimeters or 1.26 inches per decade.
Although 3.1 centimeters is a small change, the rate of increase is twice as large as in the preceding century. There are positive feedbacks that come into play, as the area of ice melt increases. The researchers agree monitoring ice sheets and sea level is necessary to best ensure the system is in balance.
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Contact:Rob Gutro/ NASA Goddard Space Flight Center/ Phone: 301-286-4044
For more information and images: http://www.nasa.gov/vision/earth/environment/earth_energy.html
This text derived from Earth Observatory News
http://www.nasa.gov/vision/earth/environment/earth_energy.html